lunes, 14 de agosto de 2017

Fantasma del hambre recorre comunidades de San Rafael, Veracruz


Eliseo Tejeda Olmos
Municipio de San Rafael, Veracruz

Ha pasado una semana de que el huracán Franklin entró a tierras veracruzanas en una franja de territorio comprendida entre los municipios de Nautla y Vega de Alatorre. Días antes, los encargados de la protección civil en los ámbitos federal, estatal y municipal mantuvieron avisos constantes por radio, televisión, periódicos y redes sociales, con el propósito de que los habitantes -no solamente de la zona golpeada directamente por el fenómeno metereológico- sino el resto del estado de Veracruz tomaran las precauciones necesarias en sus hogares.
Afortunadamente, la fuerza del huracán con rachas de viento de hasta 150 kilómetros por hora no trajeron aparejadas una larga etapa de lluvias como se había previsto, de hasta 30 milímetros cúbicos por metro cuadrado lo que provocaría grandes inundaciones en diferentes ciudades de la entidad.
Sin embargo, el fuerte viento provocó un desastre en por lo menos cuatro comunidades del municipio de San Rafael que dependen del cultivo y cosecha del plátano en sus variedades Tabasco, Dominico y Oaxaco, cuyos plantíos fueron arrasados por el norte tirando el fruto embolsado y próximo a cosechar, causando además de las pérdidas millonarias, una angustia entre quienes viven el jornal en los platanares.
Porque una vez que las autoridades gubernamentales vinieron a la costa, en la entrada al municipio de San Rafael, para tomarse la foto, declararon el "saldo blanco" -sin muertes de personas que lamentar- y ni siquiera se tomaron la molestia de recorrer las 600 hectáreas sembradas de plátano que fueron arrasadas en su totalidad por los fuentes vientos huracanados.
Mucho menos, se preocuparon por visitar a los habitantes de comunidades como El Guayabal, Cementeras, Ejido 13 de diciembre y otras que dependen de la producción del plátano para vivir y que en su mayoría trabajan con y para los pequeños productores.
La señora Irene Rodríguez Quijano, en videoentrevista adjunta esta nota, expone la dramática situación que afrontarán en máximo dos semanas todos aquellos jornaleros que viven de los trabajos que se realizan en el cultivo, cuidado y cosecha del plátano, cuyos plantíos fueron totalmente destruidos por el paso del huracán Franklin que dejó su dramática huella en varias de las comunidades San Rafael.
Ingeniero Guillermo Piña Mina, dirigente regional
de Antorcha Campesina en San Rafael.
Por el contrario, fuera de la foto de funcionarios públicos estatales y federales a orilla de la carretera costera y que se retiraron una vez que fueron fotografiados y entrevistados, éstos no dejaron huella y solamente una fantasmal referencia de que hicieron efímera presencia sin adentrarse a las comunidades ni recorrer los caminos que las comunican y que todavía se encuentran cortados por grandes árboles que para quitados demandan más que un machete y voluntad para hacerlo.
Así, de no llegar el urgente apoyo federal, estatal y municipal, además de la sociedad que solamente fue informada de un "saldo blanco", el hambre y la desolación azotarán a casi cuatro mil familias, como lo señala el ingeniero Guillermo Piña Mina, dirigente regional de Antorcha Campesina, quien junto con autoridades ejidales y del municipio, estarán en Xalapa para demandar de los gobiernos estatal y federal su apoyo urgente e impostergable.